¿Qué encontrar aquí?
Una de las cosas más complejas para la economía circular es el punto de partida. ¿Puede mi empresa ir cambiando a un modelo de este tipo? Para responder esta pregunta, el actual reporte da cuenta primero de la economía circular desde su contexto, para luego profundizar en quiénes forman parte de su ecosistema: productores, prestadores de servicios y facilitadores.
Es un entretejido diverso. Para reflejarlo, mostramos distintos casos, datos y voces, siempre con la perspectiva de que en menos de un año comenzará a regir la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP): desde septiembre de 2023, quienes elaboren productos denominados prioritarios —de consumo masivo y que generen desechos contaminantes o dañinos— serán responsables “de la organización y financiamiento de la gestión de los residuos derivados de su comercialización en el país”.
Este es un gran paso para una transformación sustancial hacia la economía circular. Aunque empieza por el último paso —qué hacemos con los residuos para que se reintegren a la cadena de valor y no a la de contaminación—, abre el camino para modificar y regular cómo se manejan y explotan los recursos naturales, como también la forma en que creamos y usamos los productos.
La economía circular es una oportunidad de cuestionar la producción y el consumo tradicional en pos de la sustentabilidad. Pero además promueve una innovación económica que ayude a cerrar el ciclo de vida de los productos y materiales, al mismo tiempo que se reduce el consumo y desperdicio de recursos naturales, energía, y lo más importante, la generación de basura, que contamina a la naturaleza y a quienes dependemos de ella.